En el marco de la discusión que inicia nuestro país para dotarse de una nueva Carta Fundamental y a partir de la experiencia acumulada por la Academia Judicial durante los más de 25 años que ha tenido bajo su responsabilidad la capacitación de los integrantes del Poder Judicial, su Consejo Directivo ha estimado necesario, como un insumo para ese trascendental proceso, aportar las siguientes consideraciones:
1. La capacitación de los y de las integrantes del Poder Judicial resulta esencial para brindar la justicia oportuna y de calidad que nuestra ciudadanía demanda. Para la consecución de esa finalidad, nuestros jueces y juezas no sólo tienen el derecho sino el deber de capacitarse, requiriendo de una preparación distinta y complementaria a la que brindan las Facultades de Derecho, atenta a los avances del derecho, así como las complejidades de la vida moderna.
2. Uno de los principales temas a debatir en la futura regulación constitucional del Poder Judicial, es el relativo a su gobierno. Parece indispensable que el órgano que asuma esas cruciales funciones tenga como uno de sus cometidos expresos el fijar las políticas generales que orienten la capacitación judicial.
3. Con todo, la labor técnica de concretar esas políticas debe corresponder a una entidad profesional que goce de flexibilidad y autonomía y que asegure la libertad académica de los y las docentes, sin perjuicio de encontrarse vinculada y bajo supervigilancia del órgano indicado en el número anterior.
4. Existe consenso en la importancia de contar con un sistema que busque fundarse en el mérito y en factores objetivos para escoger a las personas que desempeñarán funciones jurisdiccionales. En ese contexto, la capacitación se revela como una herramienta fundamental para la selección judicial, particularmente aquella que ha sido diseñada específicamente para las necesidades de esa institución. Naturalmente, para que cumpla dicho cometido se hace necesario que la capacitación judicial sea siempre evaluada.
5. La experiencia acumulada por la Academia Judicial da cuenta de las ventajas de contar con una vía exclusiva de acceso al escalafón primario, transparente, competitiva y basada en méritos, como lo ha sido hasta la fecha su Programa de Formación. También ha permitido realzar la importancia que ha tenido para la calidad del servicio judicial que los funcionarios y funcionarias cuenten con la debida capacitación continua.
6. Finalmente, se debe enfatizar que la detección y desarrollo de buenas prácticas, necesaria en todas las dimensiones del quehacer judicial, resulta especialmente crítica en el plano de la capacitación ética de los jueces y juezas, dada la relevancia social de su función.
En Santiago, a 13 de mayo de 2021.
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